Proyecto. Murales, escultura y vitrales en Sociedad Hebraica Argentina. Declaración de bien integral del patrimonio cultural

Numero: 2141
Fecha: 2014
Clase: Ley CABA
Tipo de Boletín: B.O. CABA
Tipo de Entrada: Derecho
Anexos: 9479
Fuero:
Fuente:




PROYECTO DE RESOLUCIÓN

Artículo 1º.- Dispónese la colocación de una placa en la vereda de la calle Florida en su intersección con la calle Rivadavia donde se inscriba el siguiente texto:

«La calle Florida, llamada en conmemoración de la Batalla de La Florida acontecida el 25 de Mayo de 1814 en la localidad de Potosí, actual República Plurinacional de Bolivia. La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires homenajea a los coroneles Antonio Álvarez de Arenales e Ignacio Warnes, jefes de las fuerzas patriotas y a todos los integrantes de ese ejército defensor de la libertad formado en su mayoría por quechuas, aymaras, pardos y morenos»

Artículo 2º.- Encomiéndase a la Vicepresidencia 1ª lleve a cabo las gestiones administrativas necesarias a los efectos de la consecución de lo dispuesto en el artículo 1º.

Artículo 3º.- De forma

FUNDAMENTOS

Las calles cercanas a esta Legislatura, ubicada en el centro histórico de la ciudad de Buenos Aires, recuerdan a importantes episodios de nuestra historia o a héroes de nuestra independencia.

Así, es conocido que las calles San Martín y Balcarce honran la memoria del Libertador y del héroe de la batalla de Suipacha, respectivamente.

Del mismo modo se identifican claramente algunas calles con las batallas que le dieron su nombre: Suipacha, la primera victoria en el norte argentino, Chacabuco y Maipú, que garantizaron la independencia de la hermana república de Chile, rinden homenaje a esas victorias obtenidas por las fuerzas patriotas durante la guerra de la independencia.

No sucede lo mismo con la calle Florida. Muchos porteños ignoran el origen de su denominación y el suceso que evoca, suponiendo erróneamente que su nombre puede deberse a los balcones floridos que embellecían las viviendas de antaño.

En realidad su designación estaba destinada a evocar una de las jornadas más gloriosas de la guerra de la independencia: la batalla de La Florida, ocurrida el 25 de mayo de 1814 en el margen norte del río Piraí, Potosí, Alto Perú.

Las influencias de la Revolución Americana que proclamó la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica en 1776, y de la Revolución Francesa de 1789, que puso fin a la monarquía de Luis XVI e instauró un gobierno republicano, encontraron un terreno fértil en las conciencias de los jóvenes estudiantes de la Universidad de Chuquisaca, en el Alto Perú.

La crisis generada en España por la invasión de las tropas napoleónicas en octubre de 1807 precipitó los acontecimientos.

El 25 de Mayo de 1809 se produjo en Chuquisaca, Alto Perú, actual República Plurinacional de Bolivia, un alzamiento patriota contra las autoridades españolas. Bernardo de Monteagudo, de 19 años, redactó la proclama. Juan Antonio Álvarez de Arenales comandó las tropas, secundados por Manuel Ascencio Padilla y Juana Azurduy. Mariano Moreno lideró a los jóvenes estudiantes de la universidad local.

Si bien ese intento fracasó en Chuquisaca, un año más tarde, en Buenos Aires, el Cabildo Abierto depuso al virrey Cisneros y constituyó la Primera Junta de Gobierno y ordenó la organización de un ejército para enfrentar a los realistas.

El proceso revolucionario fue indetenible. El 24 y 25 de septiembre de 1812 el general Manuel Belgrano derrotó a las fuerzas españolas en la batalla de Tucumán, y el 20 de febrero de 1813 los venció nuevamente en la batalla de Salta.

La liberación del Alto Perú se encaró con las tropas locales destacándose Martín Miguel de Güemes, Manuel Ascencio Padilla, Juana Azurduy, Ignacio Warnes y Antonio Alvarez de Arenales, entre muchos otros.

El general Belgrano organizó administrativamente las zonas del Alto Perú bajo control patriota designando como gobernadores de Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra a los coroneles Arenales y Warnes, respectivamente.

El 25 de mayo de 1814 las fuerzas conjuntas de Arenales y Warnes, enfrentaron al ejército realista comandado por el coronel Joaquín Blanco en la localidad de La Florida derrotándolo en toda la línea.

En esa oportunidad el coronel Arenales recibió catorce heridas y fue dado por muerto, mientras que el coronel Warnes enfrentó sable en mano al jefe realista ultimándolo.

Pocas semanas después, conocida la noticia en Buenos Aires, grandes festejos populares celebraron la victoria que garantizó el definitivo control patriota en las provincias del norte.

El 9 de noviembre de 1814, el director Supremo de las Provincias Unidas del Sur, don Gervasio Antonio de Posadas, suscribió el siguiente mensaje de reconocimiento a los vencedores

«Considerando justo y debido recomendar a la memoria de la posteridad de gloriosa acción que sostuvieron los valerosos Cochabambinos y demás Patriotas de las Provincias del Alto Perú en el memorable día 25 de mayo de este año en el Valle de La Florida al mando del benemérito Coronel D. Juan Antonio Álvarez de Arenales, contra una división numerosa de tropas del Virrey de Lima, he venido en conceder á los oficiales que concurrieron á aquella acción un grado inmediato al de la clase que obtuvieran entonces, y á los Sargentos, Cabos y Soldados que se hallaron en ella un escudo de paño en fondo blanco con vivo celeste y la inscripción siguiente: LA PATRIA A LOS VENCEDORES DE LA FLORIDA, que deberán llevar en el brazo izquierdo, reservándome premiar al expresado Coronel Arenales conforme a su relevante mérito. Dándole entretanto las gracias a nombre de la Patria encomiéndesele la distribución de los escudos que recibirán de mano del general en Xefe del Exército auxiliar del Perú y que haga entender a la tropa la alta consideración y aprecio que merece de sus Conciudadanos. Comuníquese esta mi resolución á dicho General con prevención de transmitirla en la orden del día y de que se lea su círculo de compañía participándole á los puestos en que haya destacamentos ó tropa del Estado».

Casi inmediatamente, el Director Supremo dispuso que una importante calle céntrica perpetuase la memoria de esa batalla: la actual calle Florida.

Preservar la memoria histórica de nuestra patria y recuperar el valor simbólico de cada uno de los hechos trascendentes que conformaron nuestra identidad como nación debe ser tarea permanente de esta Honorable Legislatura. En esta etapa de la vida de nuestros pueblos, donde los vientos de integración regional (Mercosur,Unasur,Celac ) nos permiten leer nuestra historia independentista con una actualidad sin precedentes, la Batalla de La Florida, en territorio de la actual República Plurinacional de Bolivia, es un jalón que merece ser festejado a 200 años de su desarrollo. Es, podemos decir, historia viva y no libro cuyas hojas han virado al sepia

Por todo lo anterior, Sra. Presidenta solicito la aprobación del presente proyecto de resolución al cumplirse el segundo centenario de la gloriosa batalla de La Florida.

Diputada María Rosa Muiños