PROYECTO DE DECLARACIÓN
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires rinde homenaje al Presidente Néstor Kirchner, al cumplirse el 25 de mayo del corriente, once años de su asunción, por considerarlo persona indispensable en el camino de la reafirmación de la democracia, y por llevar adelante políticas que implicaron que todos y todas podamos vivir en un país más igualitario, con más y mejor trabajo, salud y educación, donde la justicia social vuelve a ser política de Estado, y donde los Derechos Humanos cobraron cabal relevancia, con memoria, verdad y, por sobretodo justicia. Por sus políticas de transformación e integración latinoamericana, en pos de la construcción de la Patria Grande que alguna vez soñaron San Martín y Bolivar, en conjunto con los procesos de muchos países del continente que, al igual que nuestro país, decidieron dejar atrás los viejos paradigmas donde los Presidentes eran meros gerentes de los intereses de los Estados Unidos, de otras grandes potencias mundiales, y del FMI. Así fue, Kirchner dio su vida por una Patria Libre, Justa y Soberana. Y cumplió su promesa de aquel 25 de mayo de 2003, cuando prometió no dejar los ideales en la puerta de la Casa Rosada.
FUNDAMENTOS
Señora Presidenta:
El compañero Néstor Carlos Kirchner impulsó y sentó las bases junto a la compañera Cristina Fernández de kirchner, para cabalgar un proceso de un nuevo proyecto Nacional y Popular: Nueva expresión que nos llevaría a revertir una desocupación del 30%, con la generación de 5.000.000 de puestos de trabajo, la incorporación de niños, de personas con capacidades diferentes, amas de casa, jubilados y trabajadores que habían sido robados o excluidos, o ambas cosas.
Se fue trabajando en la repatriación de muchos compatriotas que se habían ido por razones económicas fuera de nuestro territorio, centralmente aquellos científicos que no quisieron que los encerraran en sus casas a solo lavar platos.
Se recuperó el rol del presidente. Desde la acción política y el poner el cuerpo que llevó adelante el compañero Néstor, él nos obligó a no solo reclamar sino a solucionar, nos obligó a que volviéramos a hacer política, volvió a reivindicar al militante, volvimos a tener tarea y no la tarea como empleados de los políticos, meros pegadores de afiches, sino como actores de la construcción de un nuevo proyecto de país. Como reconstructores de nuestro país.
Volvimos a pensar como argentinos, volvimos a creer en la posibilidad de transformación de nuestra realidad.
Con la conducción de él primero y de nuestra presidenta hoy, fuimos avanzando en la reconstrucción no solo de nuestro país, de nuestros sueños, de nuestras realidades; sino que también los militantes empezamos a darnos cuenta que empezaban a reflotar desde las usinas mediáticas del poder permanente, posiciones y planteos que creíamos no se podrían a volver a dar, el gorilismo, el cipayismo, cosas que casi nos hacen que creer no existían más con el fin de las ideologías.
Es cierto no existían más, mientras ellos fueran hegemónicos, ya que nos ocultaban, nos ninguneaban, nos desaparecían, como lo habían hecho en otros momentos, físicamente con las fuerzas de seguridad y luego con el hambre y la desocupación.
Pero nosotros estábamos ahí dando nuestra pelea y aparecieron los conductores que necesitábamos, como pueblo, para empezar a disputar esa hegemonía.
Y en esa disputa económica, social, cultural estamos hoy, para poder avanzar en la profundización de nuestro modelo de país (hoy muy mirado por el mundo). Estamos en la etapa de fortalecimiento de nuestra construcción política, la consolidación de ella, para que nuestra presidenta y su pueblo puedan construir una patria para todos y todas, una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. Como realmente nos merecemos.
En esa gran e inmensa tarea nos encontramos, ya no solo desde las partes que componemos este proyecto de país que estamos construyendo y en el que nos encontramos, sino desde la conformación y estructuración de una fuerza política que nos fortalezca. Que pueda darle mayor capacidad a la compañera presidenta, que no solo es eso, sino también, la conductora de este proceso.
Para que no sea como en otros momentos, que no sea un proceso trunco. Para que sea la posibilidad de que los logros que tuvimos desde el 2003 más los que vengan, no se disipen, no puedan revertirlos y si quieren hacerlo, que les cueste mucho.
Estamos acá para poder seguir profundizando y llevando adelante el país para todos, el país de los trabajadores, el país de los derechos humanos, los de ayer y los de hoy. Esto es lo que venimos ofreciendo y haciendo ya hace 11 años. Contraponiéndolo a ese país de la desolación, la pobreza para las mayorías y riquezas para unos pocos.
Somos la patria y seguimos organizándonos para que patria y pueblo no se disocien más. Eso desde la política y desde la propuesta de la mejor expresión del proyecto nacional en este aquí y ahora.
Por eso necesitamos más organización y más unidad, para que sigamos construyendo la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación junto a nuestra presidenta.
Se fue trabajando en la repatriación de muchos compatriotas que se habían ido por razones económicas fuera de nuestro territorio, centralmente aquellos científicos que no quisieron que los encerraran en sus casas a solo lavar platos.
Se recuperó el rol del presidente. Desde la acción política y el poner el cuerpo que llevó adelante el compañero Néstor, él nos obligó a no solo reclamar sino a solucionar, nos obligó a que volviéramos a hacer política, volvió a reivindicar al militante, volvimos a tener tarea y no la tarea como empleados de los políticos, meros pegadores de afiches, sino como actores de la construcción de un nuevo proyecto de país. Como reconstructores de nuestro país.
Volvimos a pensar como argentinos, volvimos a creer en la posibilidad de transformación de nuestra realidad.
Con la conducción de él primero y de nuestra presidenta hoy, fuimos avanzando en la reconstrucción no solo de nuestro país, de nuestros sueños, de nuestras realidades; sino que también los militantes empezamos a darnos cuenta que empezaban a reflotar desde las usinas mediáticas del poder permanente, posiciones y planteos que creíamos no se podrían a volver a dar, el gorilismo, el cipayismo, cosas que casi nos hacen que creer no existían más con el fin de las ideologías.
Es cierto no existían más, mientras ellos fueran hegemónicos, ya que nos ocultaban, nos ninguneaban, nos desaparecían, como lo habían hecho en otros momentos, físicamente con las fuerzas de seguridad y luego con el hambre y la desocupación.
Pero nosotros estábamos ahí dando nuestra pelea y aparecieron los conductores que necesitábamos, como pueblo, para empezar a disputar esa hegemonía.
Y en esa disputa económica, social, cultural estamos hoy, para poder avanzar en la profundización de nuestro modelo de país (hoy muy mirado por el mundo). Estamos en la etapa de fortalecimiento de nuestra construcción política, la consolidación de ella, para que nuestra presidenta y su pueblo puedan construir una patria para todos y todas, una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. Como realmente nos merecemos.
En esa gran e inmensa tarea nos encontramos, ya no solo desde las partes que componemos este proyecto de país que estamos construyendo y en el que nos encontramos, sino desde la conformación y estructuración de una fuerza política que nos fortalezca. Que pueda darle mayor capacidad a la compañera presidenta, que no solo es eso, sino también, la conductora de este proceso.
Para que no sea como en otros momentos, que no sea un proceso trunco. Para que sea la posibilidad de que los logros que tuvimos desde el 2003 más los que vengan, no se disipen, no puedan revertirlos y si quieren hacerlo, que les cueste mucho.
Estamos acá para poder seguir profundizando y llevando adelante el país para todos, el país de los trabajadores, el país de los derechos humanos, los de ayer y los de hoy. Esto es lo que venimos ofreciendo y haciendo ya hace 11 años. Contraponiéndolo a ese país de la desolación, la pobreza para las mayorías y riquezas para unos pocos.
Somos la patria y seguimos organizándonos para que patria y pueblo no se disocien más. Eso desde la política y desde la propuesta de la mejor expresión del proyecto nacional en este aquí y ahora.
Por eso necesitamos más organización y más unidad, para que sigamos construyendo la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación junto a nuestra presidenta.
Se fue trabajando en la repatriación de muchos compatriotas que se habían ido por razones económicas fuera de nuestro territorio, centralmente aquellos científicos que no quisieron que los encerraran en sus casas a solo lavar platos.
Se recuperó el rol del presidente. Desde la acción política y el poner el cuerpo que llevó adelante el compañero Néstor, él nos obligó a no solo reclamar sino a solucionar, nos obligó a que volviéramos a hacer política, volvió a reivindicar al militante, volvimos a tener tarea y no la tarea como empleados de los políticos, meros pegadores de afiches, sino como actores de la construcción de un nuevo proyecto de país. Como reconstructores de nuestro país.
Volvimos a pensar como argentinos, volvimos a creer en la posibilidad de transformación de nuestra realidad.
Con la conducción de él primero y de nuestra presidenta hoy, fuimos avanzando en la reconstrucción no solo de nuestro país, de nuestros sueños, de nuestras realidades; sino que también los militantes empezamos a darnos cuenta que empezaban a reflotar desde las usinas mediáticas del poder permanente, posiciones y planteos que creíamos no se podrían a volver a dar, el gorilismo, el cipayismo, cosas que casi nos hacen que creer no existían más con el fin de las ideologías.
Es cierto no existían más, mientras ellos fueran hegemónicos, ya que nos ocultaban, nos ninguneaban, nos desaparecían, como lo habían hecho en otros momentos, físicamente con las fuerzas de seguridad y luego con el hambre y la desocupación.
Pero nosotros estábamos ahí dando nuestra pelea y aparecieron los conductores que necesitábamos, como pueblo, para empezar a disputar esa hegemonía.
Y en esa disputa económica, social, cultural estamos hoy, para poder avanzar en la profundización de nuestro modelo de país (hoy muy mirado por el mundo). Estamos en la etapa de fortalecimiento de nuestra construcción política, la consolidación de ella, para que nuestra presidenta y su pueblo puedan construir una patria para todos y todas, una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. Como realmente nos merecemos.
En esa gran e inmensa tarea nos encontramos, ya no solo desde las partes que componemos este proyecto de país que estamos construyendo y en el que nos encontramos, sino desde la conformación y estructuración de una fuerza política que nos fortalezca. Que pueda darle mayor capacidad a la compañera presidenta, que no solo es eso, sino también, la conductora de este proceso.
Para que no sea como en otros momentos, que no sea un proceso trunco. Para que sea la posibilidad de que los logros que tuvimos desde el 2003 más los que vengan, no se disipen, no puedan revertirlos y si quieren hacerlo, que les cueste mucho.
Estamos acá para poder seguir profundizando y llevando adelante el país para todos, el país de los trabajadores, el país de los derechos humanos, los de ayer y los de hoy. Esto es lo que venimos ofreciendo y haciendo ya hace 11 años. Contraponiéndolo a ese país de la desolación, la pobreza para las mayorías y riquezas para unos pocos.
Somos la patria y seguimos organizándonos para que patria y pueblo no se disocien más. Eso desde la política y desde la propuesta de la mejor expresión del proyecto nacional en este aquí y ahora.
Por eso necesitamos más organización y más unidad, para que sigamos construyendo la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación junto a nuestra presidenta.
Se fue trabajando en la repatriación de muchos compatriotas que se habían ido por razones económicas fuera de nuestro territorio, centralmente aquellos científicos que no quisieron que los encerraran en sus casas a solo lavar platos.
Se recuperó el rol del presidente. Desde la acción política y el poner el cuerpo que llevó adelante el compañero Néstor, él nos obligó a no solo reclamar sino a solucionar, nos obligó a que volviéramos a hacer política, volvió a reivindicar al militante, volvimos a tener tarea y no la tarea como empleados de los políticos, meros pegadores de afiches, sino como actores de la construcción de un nuevo proyecto de país. Como reconstructores de nuestro país.
Volvimos a pensar como argentinos, volvimos a creer en la posibilidad de transformación de nuestra realidad.
Con la conducción de él primero y de nuestra presidenta hoy, fuimos avanzando en la reconstrucción no solo de nuestro país, de nuestros sueños, de nuestras realidades; sino que también los militantes empezamos a darnos cuenta que empezaban a reflotar desde las usinas mediáticas del poder permanente, posiciones y planteos que creíamos no se podrían a volver a dar, el gorilismo, el cipayismo, cosas que casi nos hacen que creer no existían más con el fin de las ideologías.
Es cierto no existían más, mientras ellos fueran hegemónicos, ya que nos ocultaban, nos ninguneaban, nos desaparecían, como lo habían hecho en otros momentos, físicamente con las fuerzas de seguridad y luego con el hambre y la desocupación.
Pero nosotros estábamos ahí dando nuestra pelea y aparecieron los conductores que necesitábamos, como pueblo, para empezar a disputar esa hegemonía.
Y en esa disputa económica, social, cultural estamos hoy, para poder avanzar en la profundización de nuestro modelo de país (hoy muy mirado por el mundo). Estamos en la etapa de fortalecimiento de nuestra construcción política, la consolidación de ella, para que nuestra presidenta y su pueblo puedan construir una patria para todos y todas, una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. Como realmente nos merecemos.
En esa gran e inmensa tarea nos encontramos, ya no solo desde las partes que componemos este proyecto de país que estamos construyendo y en el que nos encontramos, sino desde la conformación y estructuración de una fuerza política que nos fortalezca. Que pueda darle mayor capacidad a la compañera presidenta, que no solo es eso, sino también, la conductora de este proceso.
Para que no sea como en otros momentos, que no sea un proceso trunco. Para que sea la posibilidad de que los logros que tuvimos desde el 2003 más los que vengan, no se disipen, no puedan revertirlos y si quieren hacerlo, que les cueste mucho.
Estamos acá para poder seguir profundizando y llevando adelante el país para todos, el país de los trabajadores, el país de los derechos humanos, los de ayer y los de hoy. Esto es lo que venimos ofreciendo y haciendo ya hace 11 años. Contraponiéndolo a ese país de la desolación, la pobreza para las mayorías y riquezas para unos pocos.
Somos la patria y seguimos organizándonos para que patria y pueblo no se disocien más. Eso desde la política y desde la propuesta de la mejor expresión del proyecto nacional en este aquí y ahora.
Por eso necesitamos más organización y más unidad, para que sigamos construyendo la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación junto a nuestra presidenta.
Se fue trabajando en la repatriación de muchos compatriotas que se habían ido por razones económicas fuera de nuestro territorio, centralmente aquellos científicos que no quisieron que los encerraran en sus casas a solo lavar platos.
Se recuperó el rol del presidente. Desde la acción política y el poner el cuerpo que llevó adelante el compañero Néstor, él nos obligó a no solo reclamar sino a solucionar, nos obligó a que volviéramos a hacer política, volvió a reivindicar al militante, volvimos a tener tarea y no la tarea como empleados de los políticos, meros pegadores de afiches, sino como actores de la construcción de un nuevo proyecto de país. Como reconstructores de nuestro país.
Volvimos a pensar como argentinos, volvimos a creer en la posibilidad de transformación de nuestra realidad.
Con la conducción de él primero y de nuestra presidenta hoy, fuimos avanzando en la reconstrucción no solo de nuestro país, de nuestros sueños, de nuestras realidades; sino que también los militantes empezamos a darnos cuenta que empezaban a reflotar desde las usinas mediáticas del poder permanente, posiciones y planteos que creíamos no se podrían a volver a dar, el gorilismo, el cipayismo, cosas que casi nos hacen que creer no existían más con el fin de las ideologías.
Es cierto no existían más, mientras ellos fueran hegemónicos, ya que nos ocultaban, nos ninguneaban, nos desaparecían, como lo habían hecho en otros momentos, físicamente con las fuerzas de seguridad y luego con el hambre y la desocupación.
Pero nosotros estábamos ahí dando nuestra pelea y aparecieron los conductores que necesitábamos, como pueblo, para empezar a disputar esa hegemonía.
Y en esa disputa económica, social, cultural estamos hoy, para poder avanzar en la profundización de nuestro modelo de país (hoy muy mirado por el mundo). Estamos en la etapa de fortalecimiento de nuestra construcción política, la consolidación de ella, para que nuestra presidenta y su pueblo puedan construir una patria para todos y todas, una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. Como realmente nos merecemos.
En esa gran e inmensa tarea nos encontramos, ya no solo desde las partes que componemos este proyecto de país que estamos construyendo y en el que nos encontramos, sino desde la conformación y estructuración de una fuerza política que nos fortalezca. Que pueda darle mayor capacidad a la compañera presidenta, que no solo es eso, sino también, la conductora de este proceso.
Para que no sea como en otros momentos, que no sea un proceso trunco. Para que sea la posibilidad de que los logros que tuvimos desde el 2003 más los que vengan, no se disipen, no puedan revertirlos y si quieren hacerlo, que les cueste mucho.
Estamos acá para poder seguir profundizando y llevando adelante el país para todos, el país de los trabajadores, el país de los derechos humanos, los de ayer y los de hoy. Esto es lo que venimos ofreciendo y haciendo ya hace 11 años. Contraponiéndolo a ese país de la desolación, la pobreza para las mayorías y riquezas para unos pocos.
Somos la patria y seguimos organizándonos para que patria y pueblo no se disocien más. Eso desde la política y desde la propuesta de la mejor expresión del proyecto nacional en este aquí y ahora.
Por eso necesitamos más organización y más unidad, para que sigamos construyendo la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación junto a nuestra presidenta.
Diputada María Rosa Muiños